martes, 15 de marzo de 2011

La incompetencia de la diplomacia española tras el 11-M en Japón

Si ya nos habíamos olvidado de lo que sufrieron los españoles que se encontraban en Libia cuando comenzaron los conflictos,  y que tuvieron que regresar a España en aviones fletados por otros países o por empresas privadas españolas, cuando desde países como Portugal, Italia, Austria e Inglaterra ya habían iniciado las repatriaciones de sus ciudadanos, ahora recibimos noticias de lo ocurrido en Japón.

Según denuncian españoles residentes en Japón, “La embajada española no se ha puesto en contacto con nosotros, los teléfonos de la embajada de Tokio comunican y en el consulado de Osaka sólo nos atienden en japonés”. Cuando uno se encuentra fuera de sus fronteras, por cuestiones de ocio, negocio, estudios o personales, quiere y necesita sentirse amparado, sentirse atendido y recibir ayuda y respuesta en caso de necesidad. Pero cuando esto no ocurre y el resto de los países sí se preocupa por los suyos e incluso por los nuestros, algo está fallando.

¿Cómo tiene el valor el embajador de España en Japón, de asegurar que la colonia española residente en Japón está bien? ¿Cómo tienen la osadía de argumentar que han dado prioridad a los españoles en las prefecturas de mayor riesgo, dando por fiables los datos recibidos por las autoridades japonesas? ¿Cómo se atreve a insistir en que han intentado contactar con los españoles residentes en la zona afectada, y que ante la falta de noticias entiende que se encuentran bien? ¿Es que dan la callada por respuesta? ¿Damos por hecho que cuando uno tiene un lugar de residencia no se mueve dentro del territorio puramente residencial?

Queda de manifiesto ante estas declaraciones y las denuncias realizadas, que nuestras autoridades no se preocupan por nosotros, que se mueven por conjeturas y no por resultados del trabajo realizado. No sé las cifras de lo que cuesta mantener la embajada en el estado nipón, pero si todo el trabajo que realizan es como el que han realizado tras el terremoto y el tsunami, ¿para qué queremos seguir pagando con nuestros impuestos algo que no funciona?


Buscando por la red me encuentro con otros datos que, aunque de hace tres años, me llenan de pesadumbre. Los empleados son japoneses, las publicaciones están en japonés y cuando solicitas asesoramiento o información te dicen que busques la información en otro sitio. Sin comentarios.

Los datos actuales cifran en 2.700 los fallecidos y en 3.700 los desaparecidos; sólo espero que entre estos no se encuentren ciudadanos españoles, y que situaciones como éstas no se vuelvan a producir aunque se diga y se repita hasta la saciedad ‘Spain is different’.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno pues parece que los datos se están quedando obsoletos por minutos.
En cuanto al centro del tema no es la primera vez ni será la última, desgraciadamente,que nos tengamos que avergonzar de cómo funcionan las embajadas. Repsol tardó 24 horas en evacuar a sus empleados de Libia, el gobierno de España más de 48. ¿tendrá algo que ver que son funcionarios?. Evidentemente los de Repsol sabían dónde estaban todos sus empleados pero da la sensación que todas las embajadas improvisan sobre la marcha y Exteriores debería preguntar a las empresas privadas cómo lo hacen.
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