AEROPUERTO DE BARAJAS, ¿NÚMERO UNO EN INSEGURIDAD?

La seguridad en el aeropuerto de Madrid-Barajas, ha sido, es y será un tema de eterno debate. El aeródromo madrileño ha sido objeto de denuncias por inseguridad operativa, inseguridad fronteriza e inseguridad para las personas. ¿Es seguro en algo este aeropuerto madrileño?

Hace ya unos meses, buscando información sobre el trágico accidente que se produjo ese fatídico veinte de agosto en un vuelo de Spanair, encontré por la red un blog que me llamó poderosamente la atención, Las mentiras de Barajas. En él se habla de lo que creo que es primordial en un aeropuerto: la seguridad aérea en la operación aérea, lo que en inglés se llama safety.

Con un plano y unas pestañas en las que encontramos los textos explicativos, descubrimos cuáles son esos riesgos, consecuencias de un diseño erróneo y una operación insegura.

Cierto es que hay mucha terminología que desconozco, no soy ingeniera aeronáutica, pero ya he puesto en mi lista de quehaceres el hablar con un experto para que me desmenuce los entresijos de tantísima información.

Me quedo con una duda. Hace poco más de año y medio, el entonces ministro de Fomento, José Blanco, afirmaba en una entrevista televisiva que "A veces cuando se diseñan aeropuertos muy bonitos se descuidan otros temas tan importantes como son las medidas de seguridad y la funcionalidad". Esto es inadmisible, porque la seguridad en la operación es, a mi corto entender, la premisa número uno en un aeropuerto. ¿Ha hecho algo para subsanar esos descuidos? He intentado encontrar alguna entrada en la que se diera por zanjado el tema de la inseguridad aérea, pero no he encontrado ninguna.

Sólo pido que no ocurra una desgracia porque no se hayan tomado las medidas adecuadas. Ahora entiendo por qué están hartos los trabajadores relacionados con la Aviación Civil, no por las horas, ni por el estrés, sino por la inseguridad. Lo cierto es que no me importaría entrevistar a alguno de los controladores militares que han estado trabajando en este aeropuerto civil durante los cuarenta y tres días que hemos vivido en estado de alarma.