Una luz verde intermitente, fuerte, visible desde varios kilómetros de distancia; una luz verde impactante, a gran altura; una luz verde, el color de la esperanza, que nos dice ‘estoy aquí, recuérdame’. Como un inmenso foco luce parpadeante en la planta 33 de Torre Espacio en Madrid, uno de los edificios más modernos de Europa. Moderno en construcción y respetuoso con la tradición, con los principios y valores que se sienten emanar de este rascacielos.
El presidente del Grupo Villar Mir, Juan Miguel Villar Mir, recientemente nombrado Marqués de Villar Mir, atendió las peticiones de un grupo de trabajadores que le solicitaban la construcción de una capilla católica en el rascacielos. Si tenemos un gimnasio y varios restaurantes, por qué no una capilla. Dicho y hecho. El presidente, el mismísimo presidente del Grupo Villar Mir acogió la idea con entusiasmo y se puso manos a la obra cediendo una sala y dando todas las facilidades para su equipación de acuerdo con los criterios recibidos por el Arzobispado de Madrid.
Hace un año, concretamente el 3 de febrero de 2010, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Rouco Varela, bendijo el rascacielos y la Capilla-Oratorio, situada en la cara norte. Más de un año lleva luciendo esa luz que nos indica dónde está el Sagrario, el más alto sobre el nivel del suelo; 33 pisos, 135 metros de altura le separan del bullicio de la calle, del tráfico diario, pero no de todos aquellos que miramos la luz sabiendo lo que ella indica.
En esta Capilla, abierta a todos los fieles de la Torre, se celebraba la Santa Misa dos días en semana, pero el éxito de la iniciativa ha hecho que ahora se celebre todos los días de la semana. Inicialmente permanece abierta a los trabajadores de la Torre, sean o no del Grupo Villar Mir, aunque se permite el acceso a personas ajenas, previa autorización.
Un edificio que no sólo es singular por su Capilla, su Sagrario, su luz. En lo alto del rascacielos ondea la bandera de España, convirtiéndolo así en el más alto de todo el territorio español, luciendo con orgullo el rojo y gualda de nuestra bandera, tocando el cielo con su mástil. 252 metros de altura de un edificio que se levanta con voz propia, español y católico, por petición y convicción.
6 comentarios:
Pues mira tú por dónde, hoy voy a hacer un comentario, María Luisa: bendito sea quien tuvo la idea, bendito quien la autorizó y benditos quienes le dais publicidad. Ahora sólo falta que este tipo de peticiones se generalicen y saber dónde y cómo se solicita la autorización para subir a visitar al Señor allá arriba. Y en todo caso, gracias.
Buenas tardes Aeseele,
Si la información no me falla tienes que pedirlo en la Capilla. Se puede hacer vía correo electrónico. Los enlaces los tienes puestos en el texto, donde hablo de la celebración de la liturgia.
Hola majeta, me alegro de haber comprobado que lo que me contaron sobre la luz verde de la torre espacio, era cierto, que era una capilla para los empleados,jeje, porque ha tenido locos a mas de uno, ya que se ve desde cerca de nuestra zona.
Ya ire viendo tus temas, besetes, marisa. Nos vemos
Como tenga un día un accidente de tráfico por el despiste de la luz, ya se que debo demandar al arzobispado de Madrid. Apagad ya la luz ya!
¿Por el despiste de la luz? O por el despiste de la bandera, o porque se te cruce un pájaro volando. No sé qué mal hace que exista esa luz. Deja que luzca, muchos lo agradecemos.Con no mirarla es suficiente.
Siempre espero con ganas el punto de la carretera desde donde empieza a verse la luz verde. Es reconfortante. Y siempre me saca una sonrisa. Sabemos que Dios se ha quedado con nosotros, pero esa luz parpadeante nos lo recuerda.¡Y a mi me encanta!
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